Por Barbireando
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La ruta del Vino Ribera del Guadiana: Almendralejo
Esta semana mi #barbireandoporspain me lleva a la Comarca de la Tierra de Barros y seguro que os estáis preguntando, ¿por dónde queda eso?: Badajoz es la provincia y su capital, Almendralejo.
En mi querida extremadura ando de nuevo, a la búsqueda y captura de experiencias, entre pantanos y ríos que refrescan esta tierra arcillosa y, por otro lado, excelente zona de cultivos y buenos vinos. Y, como soy fan de los maravillosos caldos y de la Denominación de Origen Ribera del Guadiana, pues que mejor oportunidad que perderme en el Hotel Bodega El Moral. Este fantástico hotel está situado en mitad de la naturaleza, en un paraje de singular belleza y catalogado como ZEPA (Zona de Especial Protección para Aves), en el término municipal de Ribera del Fresno. Aquí se unen las experiencias enoturisticas con la naturaleza y, donde la Cultura del Vino está tan arraigada que se vive en cada rincón.
Perdida en carreteras donde estoy rodeada de vid, me desvío para conocer el Hotel Bodega El Moral que, junto con la Bodega Las Encomiendas, forman los dos pilares de Pago de las Encomiendas Viñedos y Bodegas.
El Hotel Bodega El Moral es un antiguo cortijo del siglo XIX, construido en dos plantas con un gran patio central y presidido por una majestuosa fuente de mármol travertino, desde donde se distribuyen todas las estancias del hotel. Ademas cuenta con unas zonas ajardinadas de 20.000m2, con más de 2.500m2 de césped y una impresionante piscina de agua salada, donde los baños son reconfortantes y con unas inmejorables vistas a los viñedos.
El tiempo se para cuando llegas a este bendito lugar, en medio de viñedos y, sobre todo, sin un sonido. Por un momento siento el silencio y el #slowlife que tanto busco. Es la hora de cenar y me encuentro con una carta de lo más apetecible, basada en productos de km.0. y muchos de ellos muy bien elaborados en parrilla. Hacen de mi cena un manjar exquisito unido al buen vino blanco que pruebo. Se me olvida que a la mañana siguiente me tengo que levantar a las 05.30 para poder realizar una vendimia nocturna en la bodega.
Ya de madrugada, con un silencio y una tranquilidad que me da mucha pena abandonar, pongo rumbo a la bodega donde se elabora una proporción de las uvas de Pago de las Encomiendas Viñedos y Bodegas. Tras un cuidado seguimiento de los viñedos propios durante todo el año y, una vez alcanzado el punto óptimo de maduración de las uvas, se lleva a cabo la vendimia y posterior elaboración del vino. Esta bodega es pionera en la Vendimia Nocturna, se refiere a la recolección y cosecha de la uva que se hace durante la noche aprovechando las bajas temperaturas nocturnas. Todo esto es muy beneficioso para la uva y su mosto.
Bien preparada para la faena, me coloco un led en mi cabeza y los artilugios para vendimiar, con mi cámara en mano me pierdo en la noche entre las vides para que mis sentidos descubran todo lo que la uva me tiene preparado.
Es una experiencia muy especial en la que soy consciente de la importancia que tiene la vendimia en el proceso de creación del vino. Según va amaneciendo en la viña, veo como un nuevo día apremia y, sobre todo, agradezco la oportunidad que me brinda la vida de seguir descubriendo experiencias tan Wow.
Ya de vuelta a la bodega y siguiendo un mimado proceso, se realiza la vinificación en depósitos de acero inoxidable, fermentando los mostos a temperatura controlada. Ahí puedo probar el mosto de las uvas que he vendimiado y solo me vienen a la cabeza estas palabras de Federico García Lorca: “Me gustaría ser todo de vino y beberme yo mismo“-
¡Hasta la semana que viene!. Ser felices siempre.
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