La emotiva despedida de Tamara Falcó a su abuela: “Hay personas que cambian tu vida para mejor. Mi abuela Beba ha sido una de esas personas“.
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Fallece Beatriz Arrastia, la madre de Isabel Preysler, a los 98 años de edad
Primeras palabras de Tamara Falcó tras el fallecimiento de su abuela
A través de sus redes sociales, Tamara Falcó ha querido rendirle un bonito homenaje a su abuela, Beatriz Arrastia, fallecida hace una semana a los 98 años de edad.
La madre de Isabel Preysler, Beatriz Arrastia o Beba, como le llamaban cariñosamente sus más cercanos, tenía un vínculo muy especial con su nieta Tamara, quien le dedicaba unas palabras en su cuenta de Instagram. “Hay personas que cambian tu vida para mejor. Mi abuela Beba ha sido una de esas personas. Ha sido un ejemplo de elegancia, fortaleza, buen humor, cariño“, comenzaba escribiendo junto a una imagen de las dos en blanco y negro de cuando la marquesa era pequeña.
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Y continúa: “Cuando me sentía sin fuerzas, iba y me acurrucaba a su lado y todo iba a mejor. Era constante, paciente, con una fe incorruptible. Siento paz sabiendo que ha sido una de las elegidas de Dios y que ahora me va cuidar desde el cielo. A mí y a todos. Aún así, no puedo evitar que me caigan las lágrimas mientras que escribo esto, porque la echo de menos y siempre va a ser así. Love you always Bebita mía 🌟🕊“.
Tamara Falcó ha sentido mucho la pérdida de su abuela. Como confiesa, era quien la arropaba y quien la guiaba en sus momentos más difíciles. Las palabras de Tamara Falcó han sido muy apoyadas por el resto del clan. Entre ellos, el marido de Ana Boyer, Fernando Verdasco: “No podía ser mejor persona. Siempre estará en nuestros corazones y en nuestros pensamientos, Tami».
Tamara Falcó dice así adiós a esa mujer quien siempre intentó mantenerse lejos del foco mediático y a quien el público conoció hace solo dos años cuando Tamara y su hermano Julio Iglesias Jr. la convencieron para asistir como invitada al programa de Telecinco ‘Volverte a ver’, presentado por Carlos Sobera. Allí demostró el gran cariño y lo orgullosa que se sentía de sus nietos y lo mucho que adoraba a su hija Isabel, con quien vivió desde que se instaló en Madrid tras dejar Manila en 1992.
Fue la muerte de su marido Carlos Preysler Pérez de Tagle lo que la animó a trasladarse a España para así estar cerca de sus hijas, Isabel y Beatriz, a las que el matrimonio envió a Madrid tratando de evitar más problemas en la familia.
En su familia Beatriz se refugió tras la pérdida de su marido y tras sufrir la gran pérdida de su hijo Enrique, el segundo de sus seis hijos, tenía 25 años y falleció por la mala combustión de una estufa en un hotel de Hong Kong. Después, su hijo Carlos tuvo problemas con drogas, pasó cinco años en la cárcel por estafa y falleció en 2013 como consecuencia de un tumor de hígado.
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