«Mujer» vuelve a Antena 3 con el capítulo 68. Enver, que todavía no puede acostumbrarse a la ausencia de Hatice, continúa con sus discursos imaginarios y Sirin comienza a preocuparse. No te lo pierdas a partir de las 22:45.
Índice de Contenidos
«Mujer» Capítulo 67: Bahar vuelve a sufrir un nuevo golpe del destino
«Mujer» Capítulo 66: La muerte de Hatice deja a todos en shock
Un nuevo golpe del destino ha vuelto a tocar la puerta de Bahar, y también dejará a Nisan y a Doruk devastados. Sarp ha muerto de forma repentina, cuando parecía que evolucionaba bien de sus heridas tras el accidente. Detrás está la mano de Sirin, que manipuló el gotero a través del que se aferraba a la vida.
Capítulo 68
Han pasado tres meses desde aquella fatídica noche en la que quedaban rotos todos los sueños que Bahar y Sarp estaban construyendo juntos. Tras la muerte de Hatice, una nueva desgracia hizo que el accidente sufrido por Arif tuviera consecuencias aún más oscuras. Sin embargo, la vida sigue. Bahar ha decidido cumplir uno de esos sueños que le describió Sarp. A pesar de ser poco aficionada al campo, ha llevado a Nisan y a Doruk de acampada.
Varias cosas han cambiado durante los tres meses que Arif ha estado fuera del barrio. Ha dejado solo a Yusuf y éste ha hecho lo que ha querido en este tiempo. Sin embargo, ahora le toca dar explicaciones. Arif se ha extrañado al ver a una pareja de desconocidos saliendo del portal. Le ha preguntado a Ceyda quiénes son, pero ella le ha dicho que la respuesta la tiene su padre. Yusuf ha decidido aprovechar que el piso de Sarp se ha quedado vacío tras su muerte. Además, argumenta que, con Arif en la cárcel, algo tenía que hacer para obtener ingresos.
Enver, que todavía no puede acostumbrarse a la ausencia de Hatice, continúa con sus discursos imaginarios y Sirin comienza a preocuparse. Pero nada estará tranquilo: un incidente relacionado con el propio Enver hará que entren todos en pánico.
¿Qué ocurrió después en aquella noche en la que murió Sarp? Bahar, que se ha llevado a Nisan y a Doruk de campamento, lo recuerda en un momento que está a solas. Se tumba sobre la tierra y su mente viaja en el tiempo a aquel momento, cuando estuvo a punto de volverse loca y se desahogó con Fazilet. Bahar recuerda cómo el médico le confirmó la fatal noticia. Arif se acercó pero ella rechazó su apoyo y prefirió refugiarse en el abrazo de Fazilet. Y el luto envolvió los días siguientes, con el entierro de Sarp.
Tres meses han pasado desde la última vez que Bahar y Arif se vieron. Fue justo la noche en la que murió Sarp. Ella acababa de recibir la fatal noticia por parte del médico y, cuando él se acercó para consolarla, le rechazó. Tanto Sarp como Hatice habían muerto como consecuencia del accidente de coche. Al reencontrarse, apenas pueden cruzarse la vista. Arif, que ha estado estos tres meses en la cárcel, siente vergüenza y culpa. Nisan y Doruk, en cambio, le abrazan con entusiasmo: creen que acaba de regresar de su pueblo.
La vida de Sirin ha cambiado mucho tras la muerte de Hatice. Parece que ha asentado la cabeza y que ha pasado página del rencor que sentía por Bahar. Ahora trabaja en la cafetería de Emre. De hecho, acaba de recibir su primer sueldo y, como les había prometido a Nisan y a Doruk, les lleva una tarta. Sin embargo, su maldad sigue latente. No en vano, fue ella la que provocó la muerte de Sarp manipulando el gotero del que dependía su vida. Ella es realmente la culpable de su fallecimiento. Sin embargo, delante de Bahar, se indigna tras descubrir que Arif ha salido de prisión. Le achaca las muertes tanto de Sarp como de Hatice por el accidente. Y está dispuesta a seguir con sus macabras venganzas… porque ya tiene pensada su próxima víctima.
Las visiones de Emre con Hatice no remiten, sino que van cada vez a más. Sirin incluso ha presenciado cómo su padre hablaba solo y se lo ha comentado a la doctora Jale. Hasta ahora no había supuesto ningún peligro especial. Sin embargo, Enver se queda solo en casa y decide preparar una cena romántica con Hatice. Adorna la mesa incluso con velas. Al terminar la velada imaginaria, se tumba en el sofá y se queda dormido. Sin embargo, las velas siguen encendidas… y dan lugar a un fuego que se extiende rápidamente por toda la casa. Cuando Enver se despierta, está rodeado por el incendio. En vez de salir a la calle, cree que tiene que rescatar a Hatice. Hasta que queda desmayado en la cocina.
Deja un comentario