Bestt Foodies
By Sebastián Merino
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Abril es el último mes hasta después del verano para disfrutar del marisco, un auténtico lujo para el paladar, que no siempre para el bolsillo.
El restaurante Bacira de Madrid, reconocido en la Guía Michelín 2017 y 2018 con un Bib Gourmad por su relación calidad-precio, propone un ‘risoteo’ de carabinero con Salicornia o un “Niguiri de vieira flambeada con salsa huancaína y ao nori”. Los amantes de las ostras no deben dejar escapar su propuesta: ostras francesas (calibre 2) con ponzu cítrico y ensalada de algas hijiki con tobiko y mizuna.
La Malaje, en la capital, apuesta por la fusión de sabores con el “Carpaccio de gamba blanca con ajoblanco y mango”, el “Longueiron de Huelva en escabeche” o la “ensaladilla de gambas”
En el restaurante Sandó, en la calle Isabel la Católica, 2, de Madrid, destaca el “Carpaccio de gamba de Palamós con caviar de trucha y aguacate” o el “bacalao en tempura con aceite de naranja y langostinos”.
Las tabernas típicamente madrileñas no escapan a este placer para los sentidos. Matritum, en la Cava Alta, también apuesta por el producto patrio: “salpicón de bogavante nacional”. No perderse las “croquetas líquidas de suquet de carabineros”.
Los restaurantes asiáticos también apuestan por el marisco. La taberna Kanbun de Madrid, reinventa el tapeo a precios populares con unos sugerentes “langostinos kon bao”, con verduras de temporada o al curry.
El reputado Kyoto de Las Rozas, que mezcla comida tailandesa, japonesa y china propone “Hokayaki, vieira, gambas, sepia, huevas y mahonesa japo” o “bogavante con tallarines y vieiras salteadas emplatado en su armazón”.
Y por último, Shangai Mama, propone una “Sopa agripicante con marisco con marisco” o un sorprendente “Ku Bak crujiente acompañado de pollo y mariscos con huevo de pita pinta”. Todo un lujo asiático.
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