El ex marido de Arantxa Sánchez Vicario, Josep Santacana, es el “cerebro” de toda la trama, según la Fiscalía.
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Josep Santacana, muy duro contra Arantxa Sánchez Vicario
Arantxa Sánchez Vicario se derrumba ante el juez: “Yo seguía los pasos de mi marido”
Este jueves ha sido la última jornada del juicio en el que Arantxa Sánchez Vicario y a su exmarido, Josep Santacana, se han sentado en el banquillo por un presunto delito de alzamiento de bienes contra el Banco de Luxemburgo (BDL). La extenista ha rechazado acudir presencialmente al juzgado y dar la última palabra ante el juez. El motivo, llegó a un pacto con la Fiscalía para no entrar a prisión. Junto al abogado representante del Banco, el fiscal decidió rebajar la pena propuesta de cuatro años de prisión de Arantxa Sánchez Vicario a dos.
Por otro lado, Josep Santacana se enfrenta a una dura decisión. El empresario fue calificado como autor o cooperador necesario en el mencionado delito por parte del BDL. Aun así, la acusación pidió que ambos paguen una cuantía solidaria de 6,6 millones de euros más intereses de demora.
Santacana el “cerebro, el que diseña, pertrecha y orquesta todas las operaciones”
De hecho la Fiscalía considera que fue Santacana el “cerebro, el que diseña, pertrecha y orquesta todas las operaciones que se llevan a cabo“ y por las que los dos se han tenido que sentar en el banquillo.
La expareja fue acusada de ocultar, supuestamente, parte de su patrimonio para evitar pagar 7,5 millones de euros de deuda que tenía con el Banco de Luxemburgo. Un delito por el que el ministerio público ha afirmado, en la exposición de su informe final, que el empresario es quien tiene “la participación más activa” dentro del plan “delincuencial” al ser “la persona que diseña toda la operativa”.
En los juicios anteriores, realizados en el Juzgado de lo Penal n.º 25 de Barcelona entre el 12 y el 15 de septiembre, Arantxa Sánchez Vicario aseguró que era su exmarido el encargado de gestionarlo todo. Y, el pasado 15 de septiembre, la Fiscalía modificó sus conclusiones y rebajó la petición de pena inicial contra Arantxa de cuatro a dos años de prisión. Esto significa que, en caso de ser condenada, al tratarse de una petición igual o inferior a dos años, la extenista eludiría el ingreso en la cárcel. Por su parte, Josep tendría que entrar directamente en un centro penitenciario al haberse mantenido la solicitud inicial de cuatro años.
Además, la fiscal ha dado por válida la versión de Arantxa Sánchez Vicario al considerar que, en todo momento, la ex tenista “siguió las consignas de su marido“, porque ella “está en otro mundo”, el del tenis, y no tenía conocimiento alguno del ámbito de las finanzas.
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