Josep Santacana, muy duro contra Arantxa Sánchez Vicario: “Nunca engañé ni me beneficié económicamente de Arantxa“.
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Las dificultades económicas de Arantxa Sánchez Vicario
Arantxa Sánchez Vicario se derrumba ante el juez: “Yo seguía los pasos de mi marido”
Tras las duras declaraciones de Arantxa Sánchez Vicario al diario ‘El País’ en la que confesaba sus dificultades económicas y afirmaba haberse fiado de su ex marido, Josep Santacana ha querido responder a los ataques de la ex tenista.
La ex pareja se sentaba, este martes 12 de septiembre, en el banquillo de los acusados por un presunto delito alzamiento de bienes, después de intentar descapitalizar su patrimonio para ocultar sus bienes y no hacer frente a su deuda con el Banco de Luxemburgo que ascendía a 6,6 millones de euros. Además, se enfrentan a una petición de pena de cárcel de cuatro años y a una elevada multa.
En una entrevista, concedida también a ‘El País’, Josep ha desmentido las declaraciones de su ex mujer: “Nunca engañé ni me beneficié económicamente de Arantxa”.
Según el empresario, su ex mujer no pasa apuros económicos, sino que todo lo que dice es una estrategia de cara al juicio que ha arrancado este martes en la Ciudad de la Justicia de Barcelona, en el que ella, en su primera declaración, ha reconocido los hechos, muy arrepentida, pero culpa de todo a su exmarido.
“Vive en un apartamento de lujo junto a la bahía de Miami”
“No es cierto que Arantxa sufra dificultades económicas. Es una estrategia de cara al juicio para dar pena. Vive en un apartamento de lujo junto a la bahía de Miami a 200 metros de la casa de Enrique Iglesias. E insiste en llevar a los niños a colegios privados”, afirma Santacana al citado medio. “Arantxa tiene sociedades, dinero e inmuebles. Siempre ha tenido, y continúa teniendo, su patrimonio oculto”, añade.
Según sus declaraciones, Sánchez Vicario “ya era insolvente” antes de casarse con él, en 2008. “Ya todo estaba hecho y la mayoría de su patrimonio había desaparecido. Entré en la vida de Arantxa en el momento ideal para buscar un perfecto culpable de todos los errores que habían cometido“, afirma.
Y niega rotundamente las declaraciones de Arantxa: “Yo nunca he conocido ni administrado su patrimonio. Todo lo llevaba su familia. Nunca engañé a Arantxa ni me beneficié económicamente de ella. Lo único que hice fue ayudarla a recopilar información para una mejor gestión de su patrimonio inmobiliario. Tenían deudas, hipotecas, en algunos casos embargos. Lo que se hizo no fue ocultar patrimonio, sino desinvertir para poder pagar las deudas”.
“Cuando Arantxa vio que no podía pagar y pidió explicaciones a su padre y al abogado, le dijeron que tenía un patrimonio de 30 millones. Cuando le llegó el palo [la deuda] estábamos recién casados. Conmigo abrió los ojos y no tuvo más remedio que enfrentarse a la familia”, concluye.
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