La relación entre los hermanos parece rota del todo desde que se supo de la amistad entre el duque de York y Jeffrey Epstein. Sin embargo, los medios británicos apuntan a que la situación entre Carlos III y el príncipe Andrés está cada vez más tensa, y el monarca se plantea medidas desesperadas para forzar a su hermano a abandonar su actual residencia.
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La crisis en la familia real británica sigue sumando problemas y cada vez más graves. Por si no fuera bastante con la ruptura de la familia con Harry y Meghan, las cosas entre el Rey Carlos III y su hermano, el príncipe Andrés, han llegado a un punto insostenible y la situación está realmente tensa entre ellos.
La relación entre los dos hermanos está peor que nunca tal y como anuncian los medios británicos. Desde que saltó el escándalo que relacionaba al príncipe Andrés con el millonario Jeffrey Epstein, acusado de abusos sexuales, las cosas se volvieron insostenibles. Por este motivo, el hijo menor de Isabel II fue apartado por completo de sus deberes como miembro de la familia real.
Pero además, Carlos III quiere que el príncipe Andrés abandone Royal Lodge, la residencia en la que vive desde 2004 con su ahora ex mujer Sarah Ferguson. El monarca ya le trasladó la petición a su hermano hace más de un año, pero el duque de York se niega a abandonar el que considera su hogar. Y es que el príncipe Andrés firmó un contrato de arrendamiento para vivir en Royal Lodge, durante 75 años por un coste de 300 euros a la semana.
El ultimátum del Rey
El Rey Carlos III se ha cansado de la negativa de su hermano y ha tomado una decisión que ha vuelto la situación con el príncipe Andrés aún más tensa de lo que estaba. Y es que el hijo mayor de Isabel II podría retirar toda la ayuda económica a su hermano.
Ha sido una fuente cercana al monarca quien ha relatado a “The Times” las opciones que está valorando Carlos III. “Desafortunadamente, si Andrés se niega a irse dentro de un plazo razonable, el Rey podría verse obligado a reevaluar todo el paquete de apoyo que le proporciona y el duque se vería obligado a financiar la mayor parte del dinero de su propia seguridad, alojamiento y estilo de vida, algo que, dadas las sumas involucradas, es muy poco probable que sea posible a largo plazo”.
“Todo el mundo es consciente de su bienestar y se preocupan por sus mejores intereses, pero la paciencia y la tolerancia tienen límites. (…) La amabilidad del Rey no es ilimitada y hay una muy buena opción para que Andrés se mude a Frogmore Cottage, que también tiene el beneficio de estar dentro el cordón de seguridad del Castillo de Windsor, reduciendo así la necesidad de seguridad alternativa las 24 horas para el Royal Lodge”, añadía.
“Está tardando más de lo deseable en reconocer la realidad de la situación, aunque claramente es el curso de acción más sensato. Si no acepta mudarse a una propiedad que se adapte mejor a sus necesidades, entonces el Rey tendrá que reconsiderar los niveles de apoyo que está dispuesto a brindar”, finaliza dicha fuente.
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