La actriz mexicana reveló cómo sus seres queridos la sorprendieron con una boda que jamás planeó. Hoy asegura no arrepentirse de aquella “trampa” amorosa.
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La increíble transformación de Valentina, la hija de Salma Hayek
“Ni siquiera sabía que me casaría ese día. Fue como una intervención”, así lo confesó Salma Hayek al recordar uno de los días más insólitos, y finalmente felices, de su vida. Aunque hoy comparte una sólida relación con el empresario François-Henri Pinault, la intérprete mexicana admitió que el matrimonio nunca estuvo en sus planes… hasta que su familia decidió lo contrario.

Salma Hayek: Una “emboscada” con final feliz
El 14 de febrero de 2009, mientras pensaba que iba a pasar un día normal, Salma fue llevada por su familia al juzgado sin tener idea de lo que sucedería. “Mis padres, mi hermano, todos se estaban confabulando contra mí. Tenía fobia al matrimonio…”, contó la actriz en una entrevista con la revista Glamour. El acto, lejos de ser una sorpresa romántica, fue más bien una jugada estratégica orquestada por ambas familias para formalizar la relación.
“Mi padre, mi hermano, la madre de François se conjuraron para tenderme una «trampa»”, explicó. La ceremonia se celebró sin gran protocolo, seguida de un almuerzo organizado por su suegra. Todo estaba fríamente calculado, desde el traslado hasta el banquete.
El rechazo al matrimonio
Aunque Salma siempre ha dejado claro que amaba a Pinault, su rechazo al matrimonio era profundo y visceral. “Yo no era partidaria de una boda. Sentía una fobia hacia el matrimonio, no quería casarme”, confesó. Durante años, el empresario francés intentó convencerla. Ella decía que sí… pero no se presentaba. Las “fugas” repetidas llevaron a sus allegados a tomar cartas en el asunto.
Ese día, no tuvo escapatoria. “No me quedó más remedio que hacerlo ante la insistencia de nuestras familias”, dijo. Sin embargo, lejos de resentirse, con el paso del tiempo encontró una nueva perspectiva sobre su vida como esposa. “Después dije: ‘Oh, está bien. No me siento diferente’. Luego, un poco más tarde, dije: ‘Ok, esto es algo emocionante’ y él dijo: ‘¿Podemos hacer una fiesta ahora?’”.
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François-Henri Pinault, actual CEO del grupo Kering —que engloba marcas como Gucci, Balenciaga y Yves Saint Laurent— es uno de los magnates más influyentes del mundo de la moda. Aunque su fortuna familiar se estima en más de 40 mil millones de dólares, Salma ha dejado claro que su relación no se basa en el dinero.
Hoy en día, ambos disfrutan de una vida en común junto a su hija, Valentina Paloma, y son vistos como una de las parejas más estables y admiradas del universo celebrity.
A pesar de la forma en que empezó su matrimonio, Salma reconoce que no cambiaría nada. “Hoy no me arrepiento de aquello, aunque mi amor hacia mi marido no necesitaba firmar unos documentos que legalizaran nuestra convivencia”, afirmó.
Lo que comenzó como una “intervención” ha dado paso a más de quince años de unión sólida, demostrando que, a veces, las trampas del destino pueden ser las más afortunadas.
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