El secreto mejor guardado de la corona británica ha sido revelado hoy. El Palacio de Kensington ha desvelado el misterio a través de sus redes sociales: la fecha escogida es el 19 de mayo de 2018.
El príncipe Harry y Meghan Markle anunciaron su compromiso el 27 de noviembre y hasta la fecha, ya han revelado varios detalles sobre lo que será la boda real del año: su ubicación (la Capilla de San Jorge en el Castillo de Windsor) y que Meghan se bautizará y confirmará en la Iglesia de Inglaterra antes del ceremonia.
Desde que anunciaron su compromiso han aparecido en varios compromisos oficiales siendo el siguiente el día de Navidad, en la residencia rural de Sandringham.
Cuando el príncipe Harry y Meghan Markle se casen en mayo, indudablemente habrá múltiples diferencias con la boda del príncipe Guillermo y Kate Middleton en 2011. En primer lugar no será necesario señalar la fecha como fiesta nacional como ocurrió con la de su hermano; la boda será mucho más pequeña, ya que la Capilla de San Jorge sólo puede albergar 800 personas mientras que la Abadía de Westminster a 2000 y, lamentablemente no habrá beso nupcial en el balcón de Buckingham Palace al ser celebrada en Windsor en vez de Londres.
La única coincidencia que podemos encontrar hasta el momento es la confirmación de que el príncipe Carlos, padre del novio, será el encargado de pagar los gastos de la boda como hizo con la boda del príncipe Guillermo y Kate, aunque la tradición establezca que debería ser el padre de la novia.
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