La princesa Kate disfrutó de un divertido encuentro con un grupo de Scouts al este de Londres. Embarazada de cinco meses eligió para la ocasión unos cómodos vaqueros y sudadera negra – lejos de su elegante estilo-. Entre jóvenes scouts ayudó a los “pequeños castores”, de edades comprendidas entre cinco y ocho años, aprender a vivir con una discapacidad. Les ayudó con los ojos tapados a decorar una tarta, a cortar una tableta de chocolate con guantes de boxeo, e incluso a ponerse un traje de neopreno a ciegas…
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