Dubai: Cuándo ir, cómo moverte y qué ver (I)

Por Vanessa Pragasam

Si eres de los que ya has vuelto de vacaciones o estás pensando dónde quieres ir en tu próximo viaje, hoy quiero proponerte un destino que no te dejará indiferente: ¿Nos vamos a Dubai?. Sigue leyendo si quieres saber cuándo ir, cómo moverte y qué ver en este destino de lujo.

¿Os imagináis un coche bañado en oro, conducir con un guepardo de copiloto o un Lamborghini Diablo disfrazado de coche policía?. Estas cosas sólo pueden verse en Dubai… Un lugar diferente, con sus mega construcciones y, donde podremos ver hasta qué punto puede llegar la extravagancia de los multimillonarios, con apariencia de jeque, que lo habitan: todo un ejercicio de ostentación en forma de ciudad.

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Situado en el famoso desierto de Arabia, en las preciosas costas del golfo Pérsico, se encuentra Dubai. Tal vez el más famoso (con permiso de Abu Dhabi), de las siete regiones que conforman los Emiratos Árabes Unidos (EAU). Es ejemplo de cómo se puede construir una ciudad, centro mundial de finanzas y turismo, en medio de un desierto, adelantándose desde el siglo XVIII hasta el XXI en tan sólo una década: ¡Increíble!.

Cuándo ir

Las mejores épocas para visitar Dubai son primavera y otoño, entre los meses de noviembre y abril. En verano el calor es asfixiante, llegando en ocasiones a los 50 grados debido a la humedad. Nosotros decidimos pasar ahí las últimas navidades, con una temperatura perfecta (entre 20 y 25 grados) y cuando Dubai se convierte en un destino turístico de lujo, cada día más solicitado por viajeros de todo el mundo para huir del frío.

Dubai es a Oriente Medio lo que Hong Kong es a Asia: una ciudad dinámica, bullente de actividad y con ambientes para todos los gustos… Desde hermosas playas del Golfo con cálidas aguas para practicar deportes acuáticos, hasta realizar una excursión al desierto en camellos; visitar un campamento de beduinos en un oasis, practicar el golf o disfrutar de la noche, donde poder empaparse de la atmósfera cosmopolita de una ciudad que es la joya del Golfo.

Tras un vuelo directo de 6 horas con Emirates Airlines, aterrizamos en el aeropuerto de Dubai, uno de los más grandes del mundo y convertido en una verdadera obra de arte de la ingeniería moderna, un impresionante edificio con todo lo que uno se pueda imaginar.

Cómo moverse

No es una ciudad diseñada para recorrer a pie. La mejor opción, en la mayoría de los casos, es moverse en taxi, que son cómodos y baratos y, si no, en metro, rápido y económico sobre vías elevadas desde donde se puede ver toda la ciudad.

Lo que más me llamó la atención fue las paradas de bus que parecen sacadas de una película futurista. Son cubiertas y cerradas y cuando cruzas la puerta automática, un detector de presencia pone en marcha el aire acondicionado y en el exterior se enciende una lucecita que avisa al conductor de tu presencia cuando es de noche.

Dónde alojarte

Decidimos alojarnos en Marina View Hotel, situado en la zona de Marina Dubai, un poco apartado del centro pero es la más nueva y viva de la ciudad, con numerosos rascacielos que forman torres residenciales, centros comerciales y lujosos hoteles entorno a un canal artificial con su pequeño puerto, bares y restaurantes.

Sus playas

Uno de los grandes reclamos de Dubái son sus playas, por eso decidimos tomarnos la mañana para disfrutar de una de ellas cerca de nuestro hotel, donde se encuentran los mejores hoteles de la ciudad y por ello, las mejores playas. Nos impresionó ver el perfil de edificios que se levantaba a nuestras espaldas.

Las playas públicas más conocidas son:

• Open Beach: Una de las playas más populares de Dubái y más conocida como Russian Beach por estar lleno de rusos. Se encuentra cerca del centro en la avenida Jumeirah.

• Jumeirah Beach Park: también situada cerca del centro y a pocos metros de la avenida Jumeirah.

• Umm Suqeim Beach:  Esta playa ofrece las mejores vistas del emblemático Burj Al Arab, haciendo de ella una de las playas más populares de Dubái.

Qué ver

Tras un pequeño “piscolabis”, nos dirigimos a Palm Gateway Monorail Station, situada justo al comienzo del tronco de Palm Jumeirah, donde el monorail recorre toda la palmera hasta el Hotel Atlantis.

Palm Island Dubai

Es uno de los desarrollos inmobiliarios más ambiciosos en la tierra. Anunciado como la octava maravilla del mundo, puede verse desde el espacio junto con otro hito importante, la Gran Muralla de China. Jumeirah Palm, es una de las tres islas que se extienden en el Golfo Pérsico. Y, lo bueno de crear una isla, es que puedes hacerla tal y como la imaginas: una isla artificial convertida en destino de lujo por su envergadura e ingenio.

Es el lugar elegido por el magnate chileno Tomás Arellano para alzar su majestuoso resort: el Hotel Atlantis The Palm. Está inspirado en el hotel Atlantis Paradise Island de las Bahamas. No es simplemente otro hotel de lujo de Dubai: cuenta con un Parque Aquaventure, con más de 65.000 animales marinos, un Acuario The Lost Chambers, para sumergirse en el delfinario Bahía de los delfines. Además, tiene una apabullante oferta gastronómica, con veinte restaurantes y bares… ¿Sorprendente, verdad?.

Souk Madinat Jumeirah

Fue construido con la intención de que pareciera un zoco tradicional y está ubicado en un complejo con 3 hoteles de lujo de estilo árabe esparcidos a lo largo de los canales. El Zoco Madinat Jumeirah es, sin duda, atractivo por su ambiente (con más de 40 restaurantes), por sus estrechas callejuelas y, por su enorme lago, en el que se refleja el Burj Al Arab. El contraste de lo moderno y lo antiguo es espectacular.

Si Dubai os ha conquistado con este primer reportaje, espero que estéis atentos la próxima semana para ver cómo continúa nuestra aventura por esta ciudad de ensueño. ¡No os lo perdáis!.

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