BUSCAR

Cómo enfrentarnos a conversaciones complicadas

Cómo enfrentarnos a conversaciones complicadas

Ya sea en vuestra vida personal o profesional, probablemente muchos de vosotros tendréis conversaciones pendientes, debido al carácter complicado y difícil de sus contenidos.

nervios-3

Difíciles, porque implican varias dosis extra de esfuerzo emocional e intelectual. Difíciles, porque nos cuesta controlar la situación que implica esa conversación. Difíciles, porque aparentemente pueden tener unas consecuencias negativas, y uno las retrasa y retrasa. Pero como nos dice Álvaro González-Alorda, estas conversaciones se asemejan al pescado, como las dejes pasar unos días huelen cada vez peor, hasta que se pudren, haciéndose cada vez más necesario el tener que afrontarlas.

nervios-4

Y no es solo lidiar con el carácter difícil del contenido de la conversación, también con las emociones y sensaciones que muchas veces nos producen: nerviosismo, incluso ansiedad, dolor de estómago. En definitiva, estados emocionales que nos pueden provocar abatimiento y bloqueo.

nervios-1Hablábamos de que este tipo de conversaciones las solemos retrasar por la incomodidad que nos provoca su contenido, pero es tanto lo que pesa esa sensación en nosotros, que hasta las consecuencias futuras pasan a un segundo plano. Así que finalmente decidimos tirarnos al pozo y soltar eso que nos atormenta y que tanto tiempo llevamos posponiendo, de cualquier forma, improvisando, rápido como todo en esta sociedad, pensando: “cuanto antes lo suelte, antes me lo quito de encima y si encima es por Whatsapp o e-mail, mejor que mejor, no le tengo que mirar a la cara”. ¿Os sentís identificados con esto? ¿Realmente ha sido útil esta estrategia? Puede que sí, pero generalmente el resultado es el problema inicial multiplicado por dos.

¿Qué es lo que nos frena a tener esas conversaciones difíciles normalmente? EL MIEDO. Miedo a dañar a la otra persona, miedo a dañar nuestra imagen, miedo a que tus padres se decepcionen, miedo a perder a un amigo o ser querido, miedo a que cambie la imagen que tiene nuestro superior de nosotros, etc. Y lo cierto es que es normal sentir miedo, pues la incertidumbre de lo que sucederá nos atormenta. También puede que hayas tenido varias experiencias anteriores con resultados negativos, haciendo que en las siguientes veces actúes de manera improvisada y rápida; pero esta actuación lo único que provoca es alimentar ese miedo, pues como decíamos antes, el problema acaba multiplicado por dos.

nervios-11Y aunque parezca mentira, son varias las estrategias las que nos ayudan a sentir mayor autocontrol y seguridad para afrontar estas conversaciones, trabajando dos factores: la calidad del discurso y la empatía. ¿Cómo lo hacemos?.

  1. COGE LÁPIZ Y PAPEL Y RESERVA UNA HORA DE TU TIEMPO. Anota en el papel todo lo que se te pase por la cabeza en relación a eso que te atormenta sin embellecer las palabras: lo que ha ocurrido, lo que te duele, lo que necesitas, lo que sientes.
  2. PONTE EN LOS ZAPATOS DEL OTRO: Pasado de 2 a 4 horas vuelve a leer el papel y ahora ponte en el lugar de la otra persona: ¿Cómo puede interpretar ese discurso? ¿Cómo va a reaccionar?
  3. ESCOGE EL MOMENTO ADECUADO PARA HABLAR: Evita esas circunstancias que pueden estimular a discutir por lo que os ha llevado a hablar. Elige un momento de calma que facilite a ambos la recepción del mensaje.
  4. EVITA DECIR “TENEMOS QUE HABLAR”: Predispondrás a la otra persona a adoptar una actitud defensiva y que piense: “A ver con que cuento me viene”. Comienza diciendo algo como: “Llevo varios días pensando en…”
  5. DA TIEMPO A LA OTRA PERSONA: Da tiempo para escuchar y asimilar, incluso puede necesitar entre 24 y 48 horas para prepararse la conversación del mismo modo que tú lo has hecho. Pero no alarguéis la conversación días y días.
  6. ACTITUD GANAR-GANAR: Inicia la conversación con la expectativa de ganar-ganar y no de ganar-perder. No es cuestión de exponer una serie de hechos y datos para que te den la razón Llegar a un acuerdo para ambos denotará una gran capacidad de empatía.

nervios-10Y para finalizar y de nuevo mencionando a Álvaro González-Alorda, como él nos dice, es posible que no veas frutos en la otra persona después de la conversación, incluso después de un año o dos o tres… pero sí vas a verlos en ti. Quedará a la luz el valor y la fortaleza que has tenido de mantener una conversación complicada habiéndola planeado y diseñado con mucho cuidado.

“NOS JUGAMOS LA VIDA EN LAS CONVERSACIONES QUE TENEMOS… Y EN LAS QUE NO TENEMOS TAMBIÉN” (Álvaro González-Alorda)

P.D: Hacemos una gran recomendación del libro “El Talking Management- Cómo dirigir personas a través de conversaciones” de Álvaro González-Alorda, donde encontraréis este tema mucho más desarrollado y ejemplificado.

Elena Sánchez-Porro (CL-03770) e Irene Albert (CL-03674).

Related Images:

Deja un comentario