El cambio de horario del otoño 2017 se producirá en la madrugada de este sábado 28 al domingo 29 de octubre de 2017. A las 03.00 horas serán las 02.00.
Algo que parece tan simple se acaba convirtiendo, a veces, en un problema para algunas personas, especialmente mayores y niños. El cambio de hora modifica nuestro ritmo biológico, pudiendo provocar alteraciones en el sueño, el humor, la concentración, nerviosismo o, incluso, dolores de cabeza.
Consejos para adaptarse al cambio de hora
El ser humano es un animal de costumbres y necesita un periodo de adaptación. Por ello, el portal meteorológico Eltiempo.es muestra algunos consejos para poder superar este cambio de horario sin ningún quebradero de cabeza:
- Cambiar todos los relojes ya que el cerebro necesita asumir cuanto antes la nueva situación.
- Modificar poco a poco el horario de las comidas para adaptarlo a la nueva situación. Es normal que muchos el domingo tengan hambre más pronto de lo común. Una buena solución es atrasar la hora de comer media hora el primer día y media hora el segundo.
- Ajustar la hora de irse a dormir. Será muy tentador acostarse el domingo a las 7 de la tarde con la excusa del cambio horario. Debemos intentar adaptarnos cuanto antes a nuestro horario habitual e irnos a dormir a la misma hora de siempre.
- No echarse la siesta el domingo ayudará a conciliar mejor el sueño por la noche.
¿Qué dicen los estudios sobre las consecuencias del cambio de hora?
Algunos estudios han encontrado relación entre el cambio de hora y el riesgo de sufrir un infarto de miocardio. Se llegó a la conclusión de que hay un incremento significativo del número de infartos de miocardio en los tres días posteriores al cambio de horario en primavera, mientras encontraron una disminución de los mismos tras el cambio de horario de otoño.
Otros estudios han relacionado el impacto del cambio estacional de hora con el índice de suicidios en hombres. También se vio una disminución en los accidentes de tráfico tras el cambio de la hora en otoño. Por lo tanto, los ritmos cronobiológicos podrían desestabilizar a individuos especialmente vulnerables, especialmente en mayores de 50 años.
Lo que está claro es que es más beneficioso para la salud el cambio horario de otoño que el de primavera, y es que dormir una hora extra siempre es más saludable.
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