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¿Es capaz la luna de influir en nuestro cerebro?

¿Es capaz la luna de influir en nuestro cerebro?

Científicos y universidades se interesan por el influjo de la luna en los procesos cognitivos

Después de ser testigo del impresionante eclipse lunar de hace unos días, mientras observaba hipnotizada una luna de sangre y fuego, me pregunté si este fenómeno nos influiría de alguna forma.

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Yo no me notaba nada extraño —por el momento—, pero mi vena exploradora ya había salido a la palestra y me exigía respuestas: ¿puede la luna inmiscuirse en nuestros pensamientos y emociones? ¿Existen las personas lunáticas?

Me puse con ahínco a documentarme sobre el tema y lo que encontré me dejó más fascinada que ver a la luna convertida en un volcán en erupción. Y es que el universo, con sus tejes y manejes, siempre me deja con la boca abierta.

eclipese lunar

En el ámbito científico todo empieza con la psicóloga Gay Gaer Luce (antigua consultora del National Institute of Mental Health y tres veces ganadora del premio de periodismo de la Asociación Americana de Psicología), donde en su libro Body Time (1971) ya establecía variaciones en nuestra vitalidad, pesimismo, brillantez, empeño, sueño y brillantez — entre otros parámetros— relacionadas con los estados de la luna.

Esto inspiró al doctor Mark Filippi, que observó que había una sincronización entre las cuatro fases del ciclo lunar y nuestros procesos cognitivos, gobernados por los neurotransmisores (sustancias químicas que transmiten la información entre neuronas). De tal manera que, según la fase de la luna nuestra manera de sentir, pensar y actuar sufrirían variaciones.

 

 

eclipese lunar

Fillipi establece lo siguiente:
Cuando nos encontramos en el periodo de Luna Nueva a Cuarto Creciente, toma el mando el neurotransmisor aceltilcolina, aumentando nuestra concentración, energía, emotividad y las relaciones interpersonales.
De Cuarto Creciente a Luna Llena, entramos en una fase muy positiva para meternos de lleno en nuestros proyectos, con niveles de energía y concentración altos, pero también de relajación y tranquilidad. ¿A qué nos suena esto? A serotonina a raudales, que es el neurotransmisor implicado en esta fase lunar.
De Luna Llena hacia Cuarto menguante ¡ojo!, que es una fase regida por la dopamina. Nuestra motivación y concentración para el trabajo y el estudio caen en picado. Es momento de diversión, de empatizar con los demás y de saborear lo bien que hemos trabajado en semanas anteriores y el disfrute de relaciones interpersonales. Y es que, a la dopamina le encanta el placer, ya que sin ella, no podríamos experimentarlo.
Y, por último, la fase de Cuarto Menguante a Luna Nueva está gobernada por la noradrenalina. En esta fase estaremos más en estado de alerta, con toques de hostilidad. No es momento de inspiración, pero sí de reflexión.

¿Hay algún experimento que se haya metido de lleno para comprobar las hipótesis del doctor Fillipi?
Pues sí, la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) se puso manos a la obra y encontraron las siguientes conclusiones:

De Cuarto Menguante a Luna Nueva: Nivel de concentración a tope, relaciones con los demás fluidas y sin problemas, buena memoria a corto plazo y gran cantidad de energía para llevar a cabo proyectos, aunque es importante saber canalizarla.

De Luna Nueva a Cuarto Creciente: Memoria a corto y largo plazo a buen nivel. No estaremos muy amigables, por lo que hay más aislamiento y una mayor concentración en nuestros asuntos. La inspiración y el enfoque transcendental no nos acompañará en esta fase.

De Cuarto Creciente a Luna Llena: La memoria y la concentración caen en picado, estaremos más amistosos y tranquilos, aunque pueden darse situaciones de tensión social. Poca motivación en el emprendimiento de nuevos proyectos o la gestión de los ya emprendidos.

De Luna Llena a Cuarto Menguante: La peor fase para la memoria a corto plazo y la concentración. Nuestro nivel de energía y voluntad aumentan. Mejor memoria a largo plazo.

¡Vaya lío, amig@s!, ¡algunas de las hipótesis coinciden y otras son totalmente opuestas! Lo que sin duda alguna podemos afirmar, es que la luna y sus distintos estados influyen en nuestra concentración, memoria, energía, voluntad e introspección.

Está claro que se requiere de una mayor experimentación y estudio y, por mi parte, me ha entrado el gusanillo de experimentar estas conclusiones conmigo misma. ¡Os animo a ello!, ya que, como colofón final, el estudio de la UNAM nos dice que podemos utilizar esta información: “(…) para poder obtener mejores resultados y así cumplir nuestras metas y mejorar como individuos y como ente colectivo”.

¡Hasta la próxima, psicoclinianos!

Autora: Blanca de la Torre – Psicología en un click

Fuente:
Estudio experimental “Ciclo lunar y sus efectos en los neurotransmisores y procesos cognitivos”. Autora: Sánchez Medina, Ana Karen. Asesores: M.E.E. María Enedina Ruíz Martínez, M. en C. Luis Martín Lara Melo. UNAM Ciencias Biológicas, Químicas y de la Salud. Disciplina: Psicología. San Pedro Barrientos, Tlalnepantla, Estado de México, Febrero 2017.

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2 Comentarios

  • Rosa Hernandez 30/07/2018 19:05

    Me encantó me parece interesante eres fabulosá Blanca

    • Blanca 03/08/2018 11:15

      Gracias a ti, Rosa Hernández. Encantada de compartir con vosotros las maravillas de nuestra mente. ¡Hasta pronto!

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