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Apartando la impaciencia de nuestra vida

Apartando la impaciencia de nuestra vida

Apartando la impaciencia de nuestra vida. El ritmo de vida que llevamos provoca que cada vez vivamos más acelerados, que lo queramos todo, aquí y ahora y por tanto seamos más impacientes con lo que eso implica.

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Ser impaciente hace que te pierdas la esencia de la vida y no te detengas en esos pequeños momentos, pero también altera tu salud y tu estado de ánimo, volviéndote más irritable, inestable y negativo, impidiendo que puedas conseguir tus metas y objetivos y que puedas vivir todo lo feliz que te gustaría.

 

apartando-impaciencia-2La impaciencia fomenta una vida de ansiedad y estrés personal e impulsa a tener una relación tensa con los demás, incluso a veces agresiva. Además, ser impaciente en muchas ocasiones implica perder oportunidades y dificulta que podamos ser perseverantes, algo que por otro lado es muy necesario para progresar. Cuanto más impacientes seamos, más dificultades tendremos en conseguir cosas que requieran un esfuerzo continuo.

apartando-impaciencia-5Cuando eres impaciente estas derrochando gran parte de tu energía, pero perder la paciencia no solo nos daña a nosotros, también a los que nos rodean. Cada vez como más impacientes, pero afortunadamente no tenemos por qué seguir así, ni soportar todas las consecuencias de la impaciencia. Ya que podemos aprender a ser pacientes y vivir mejor.

Aprovechando que estas fechas de vacaciones nos dan una tregua en nuestro ritmo acelerado de vida, quizás es el momento para salir de ese estado de impaciencia hasta que puedas convertir tu paciencia en un hábito. Te damos unos consejos que puede que te resulten útiles para comenzar a practicar.

  1. REGÁLATE UNOS MINUTOS AL DÍA: Resérvate unos minutos al día para encontrarte contigo mismo, para desconectar de tus pensamientos y para relajar tu cuerpo y tu mente. Esto no solo te ayudará a estar más relajado y productivo, sino que te ayudará a vivir con energía y plenitud cada momento de tu vida y por tanto un ejercicio totalmente eficaz para apartar la impaciencia de tu lado.
  2. RESPIRA: Respira lenta y profundamente contando hasta diez (o un recuento más largo), ayudando a disminuir tu frecuencia cardiaca, relaja tu cuerpo y te distancia emocionalmente de la situación que te causa impaciencia.
  3. apartando-impaciencia-1RELAJA TU CUERPO: La impaciencia provoca que tus músculos se contraigan involuntariamente, así que cuando eso ocurra trata de relajar conscientemente tu cuerpo. Una vez más, respira lentamente concentrándote desde los pies hasta la cabeza en cada parte y sintiendo como se van descontrayendo con la respiración.
  4. CONTROLA TUS EMOCIONES: Recuerda que tienes la opción de escoger cómo reaccionar en cada momento y ante cada situación. Puedes escoger ser paciente o no serlo.
  5. REDUCE LA VELOCIDAD DE TU DIA A DIA: Habla y muévete más lentamente, de ese modo te estarás presentando a los demás como una persona tranquila y estarás actuando como si realmente fueras una persona paciente, lo que por tanto te llevará a sentirte como tal.
  6. PRACTICA LA ESCUCHA ACTIVA Y LA ESCUCHA EMPÁTICA: Como dice un proverbio chino, tenemos dos orejas y una boca, por tanto habla la mitad y escucha el doble. Asegúrate de dar a cada persona la atención que se merece, ten la paciencia adecuada y planifica la respuesta a lo que dice. Además trata de que tu impaciencia no interfiera con la capacidad de otras personas de realizar trabajos complejos, pues de lo contrario estarás creando más tensión que es completamente improductiva.apartando-impaciencia-7
  7. HAZTE PREGUNTAS: Cuando te sientas impaciente prueba a preguntarte que si fueras paciente se estarían dando las mismas circunstancias. Esto es altamente efectivo y puede que las respuestas te sorprendan.

Volverse una persona paciente, no es algo que se dé, de la noche a la mañana, asique no seas impaciente, cuando estés haciendo de la paciencia un hábito. Al fin y al cabo la paciencia tiene que ver con concentrarnos y conectar con nosotros mismos, con nuestro equilibrio, con nuestro bienestar, con una sensación como que “todo está bien”.

Elena Sánchez-Porro Frías e Irene Albert Cebriá.

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