Con un espléndido día, el Principado de Mónaco, ha bautizado a sus herederos, el príncipe Jacques el futuro heredero y su hermana melliza, la princesa Gabriella.
El bautizo en la catedral de San Nicolás, ha sido oficiado por monseñor Bernar Barsi, Arzobispo de Mónaco y Gran Capellán de Palacio, acompañado como celebrantes por el Nuncio Apostólico en Mónaco, representante del Papa, Luigi Travaglino. El obispo de Niza, André Marceau, el Vicario General, René Giuliano y los sacerdotes diáconos de Mónaco.
Bautizo de Jacques y Gabriella
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Quince minutos antes de las 11, sonaba la salva de cañón que anunciaba la salida del Cortejo Real en dirección a la Catedral del Principado.
Las trompetas de los carabineros avisan de la llegada de los Príncipes y comienzan a sonar las 101 salvas de cañón protocolarias.
El príncipe Alberto lleva en brazos a la princesa Gabriella y la princesa Charlene a su hermano mellizo, Jacques.
En los jardines del lateral de la Catedral, se oficia una corta ceremonia, para después pasar al altar mayor, donde comienza la misa.
Finalizada la ceremonia, el Obispo de Mónaco, lee un mensaje de Su Santidad el Papa.
Los Príncipes de Mónaco Alberto y Charlene abandonan la Catedral y son recibidos a la salida, con las salvas de cañón y el repique de las campanas.
Los monegascos reciben a sus Príncipes y herederos con una gran ovación y muestras de la gran alegría por este acontecimiento.
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