Tania Llasera reflexiona sobre su trayectoria en la televisión, los retos enfrentados y la importancia de ser auténtica.
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En una entrevista concedida a la revista Semana, Tania Llasera repasó sus comienzos y su recorrido en el mundo de la televisión. Tras estudiar en Reino Unido y trabajar en la BBC, en 2005 se instaló en Madrid con la ilusión de dedicarse a la pequeña pantalla. Muy pronto participó en formatos como ‘¡Fama, a bailar!’ o ‘La Voz’.
De aquellos primeros años recuerda que “me parecía fenomenal si había que meter 27 horas a un día de 24 ¡y encima lo hacía feliz subida en unos tacones!”.
Competencia feroz y codazos en la pequeña pantalla
El entusiasmo inicial pronto chocó con una cara menos amable: la rivalidad. “Era una guerra encarnizada entre mujeres”, admitió. Según explicó, “había codazos por todo, hasta para ver quién conseguía que peinaran primero su ‘rata’ —como llamábamos a las extensiones de pelo—”.
Aquella etapa, recuerda, dejó “momentos horribles” y un ambiente en el que la competencia pesaba más que la sororidad.
Presiones estéticas que rechazó con firmeza
La presentadora también reveló que un directivo le exigió modificar su aspecto. “Me dijo que me operara la nariz, el pecho y que adelgazara 20 kilos”, relató. Su respuesta fue contundente: “No me voy a meter en ningún quirófano porque un señoro me lo diga”.
Tania defiende que su físico forma parte de su identidad: “Mi nariz torcida es de mi padre y de lado es de mi madre. Mis tetas son pequeñas, pero son súper elegantes. Y aunque una mire Cuenca y la otra Tarragona, son ideales y son mías”.
Estereotipos, mansplaining y prejuicios
En sus dos décadas de trayectoria, también ha lidiado con actitudes machistas. “Me han movido como si fuera una muñeca”, señaló, al recordar cómo en muchas ocasiones le hacían mansplaining. “Me decían ‘un pasito a la derecha’ y me cogían del brazo como si yo no pudiera entenderlo por mí misma”.
Además, confesó que durante años asumió una falsa dicotomía: “Me creí durante mucho tiempo que no podía ser inteligente y guapa. Pensaba: ‘tendré que elegir una de las dos’”. Tras 12 años de terapia, afirma convencida: “Soy guapa e inteligente, y me da rabia que me haya costado tanto tiempo y dinero verlo”.
Nuevos proyectos y un aprendizaje constante
Hoy, Tania Llasera se ha volcado en sus redes sociales y en su podcast Upeka, un proyecto donde habla de temas actuales con cercanía. “Estoy aprendiendo la increíble aventura, atrevida y maravillosa, de ser mujer”, asegura. Allí comparte vivencias como la perimenopausia, que dice afrontar con naturalidad y humor, conectando con un público muy diverso.
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Vida personal y equilibrio emocional
En lo personal, la presentadora celebra 17 años de relación y 13 de matrimonio. Según explica, el secreto está en que “cada uno tenga su vida” y en revisar la relación periódicamente. “Un poco como en un coche, hay que pasar la ITV del amor anualmente”, bromea.
Con complicidad, añade que todavía sigue descubriendo facetas de su pareja y de sí misma, algo que considera esencial para mantener viva la ilusión.
La fuerza de ser una misma
Al hacer balance, Llasera reconoce que el camino no siempre fue fácil, pero se muestra orgullosa de haber resistido las presiones y de mantenerse fiel a sí misma. “Muchas veces me han tomado por tonta, pero creo que parte de mi trabajo es demostrar que puedo ser algo más que la chica guapa”, sentenció en su entrevista con Semana.
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