Tamara Falcó detiene su tratamiento de fertilidad por agotamiento físico y emocional, pero no pierde esperanza.
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Tamara Falcó desvela el nombre que pondría a su futura hija cuando, por fín, sea madre
La relación entre Tamara Falcó y la maternidad ha sido una constante en su vida pública, pero ahora ha decidido poner en pausa ese deseo para priorizar su bienestar emocional. La marquesa de Griñón ha detenido el tratamiento de fertilidad que seguía desde hace tiempo, compartiendo con honestidad las razones que la han llevado a hacer un alto en el camino. La presión, tanto interna como externa, terminó pasándole factura.
«Me estaba afectando«, ha confesado la colaboradora de televisión, explicando que la búsqueda activa de un embarazo se había convertido en una carga emocional muy difícil de sobrellevar. Aunque su marido, Íñigo Onieva, parece sobrellevar mejor la situación, para ella se volvió una preocupación constante: “era como una espada de Damocles”.
Según Tamará Falcó es una pausa en la maternidad, no una renuncia
A sus 43 años, Tamara Falcó no cierra la puerta a la maternidad. De hecho, su decisión no es definitiva, sino un alto en el camino. “He decidido darme un descanso. Me encuentro saturada”, afirmó en una entrevista reciente. Su esperanza sigue viva, siempre desde la fe que la acompaña: “Si Dios quiere, siempre está la forma natural”.
La aristócrata no vincula su felicidad exclusivamente con ser madre. Aunque se describe como “muy niñera”, afirma que puede sentirse plena sin hijos. “No es algo que vaya a definir mi felicidad como persona… Soy muy niñera, pero puedo sentirme realizada en la vida sin ser madre”.
La fe y la ciencia, en equilibrio
Tamara ha optado por métodos de fertilidad que respetan sus principios religiosos. Durante un tiempo fue paciente de la Clínica Fertilitas, especializada en Naprotecnología, una disciplina que diagnostica y trata causas de infertilidad mediante el estudio del ciclo femenino, sin recurrir a fecundación in vitro o inseminación artificial.
Además, trasladó su seguimiento médico a Barcelona, donde comenzó un nuevo enfoque de la mano de una especialista y del terapeuta Xavi Verdaguer. “Hay una médico que estoy viendo en Barcelona que está tratando todo desde el interior. Estoy con ella y con Xavi Verdaguer, que me han hablado de varias opciones dentro de mis valores morales”, explicó en su momento.
Un ritmo de vida que no ayuda
Parte del motivo de esta pausa también tiene que ver con el estilo de vida del matrimonio. Tanto Tamara como Íñigo mantienen una agenda muy exigente. Él, empresario y deportista, ha estado especialmente volcado en su nuevo negocio y recientemente participó en un Ironman en México, lo que ha limitado el tiempo que pueden compartir como pareja.
Este contexto, junto a rumores de una posible crisis matrimonial, ha alimentado la presión mediática sobre la pareja, sumando más peso a la ya difícil situación personal que atraviesan.
Vivir el presente sin renunciar al futuro
Tamara Falcó se muestra serena con su decisión y firme en sus convicciones. No es un adiós, sino una pausa necesaria. Acepta el presente con realismo, sin renunciar a sus deseos ni a la posibilidad de formar una familia. Su mensaje es claro: el bienestar emocional y la salud personal deben estar por delante de cualquier presión, incluso la que una misma se impone.
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