La cantante y Benny Blanco sorprendieron al mundo con una ceremonia llena de emociones.
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Después de casi dos años desde que confirmaron públicamente su romance, Selena Gomez y Benny Blanco sellaron su historia de amor con una boda en California. La pareja, que anunció su compromiso en diciembre de 2024, compartió con sus seguidores algunas imágenes exclusivas en las que se les ve felices y cómplices en su gran día.
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El vestido y el estilo de Selena
Para la ocasión, Selena eligió un diseño de Ralph Lauren que evocaba la elegancia del viejo Hollywood. El vestido combinaba un bustier estructurado con detalles florales y una espalda descubierta, logrando un equilibrio entre clasicismo y modernidad. Complementó el look con un ramo sencillo de flores blancas, joyas discretas y un maquillaje luminoso acompañado de un peinado de ondas suaves al estilo Old Hollywood.
Benny Blanco y la armonía de estilos
Benny Blanco optó por un esmoquin negro clásico de Ralph Lauren, acompañado de camisa blanca y pajarita. Su atuendo, sobrio y elegante, creó una perfecta sintonía con el look de la artista, reflejando la complicidad y equilibrio que caracteriza a la pareja.
Invitados y momentos destacados
Entre los asistentes estuvieron amigos cercanos y celebridades de primer nivel como Taylor Swift, Ed Sheeran, Paris Hilton y los actores Steve Martin y Martin Short. La celebración, aunque íntima en esencia, estuvo rodeada de una gran expectación mediática y se convirtió en uno de los eventos más comentados del año.
Un capítulo nuevo en sus vidas
La pareja había adelantado que deseaba una ceremonia sencilla y personal, priorizando los momentos auténticos sobre la formalidad. Con esta boda, no solo consolidan su relación, sino que también marcan el inicio de una nueva etapa en la que el amor y la complicidad son los protagonistas.
La reacción de su ex, Justin Bieber
La polémica llegó de la mano de Justin Bieber, uno de los ex más mediáticos de Selena. El mismo día de la boda compartió en redes un video jugando al baloncesto con la canción I Do, de su álbum SWAG. El gesto fue criticado por fans que lo vieron como una indirecta: en una boda, “I do” equivale al “sí, quiero”. ¿Casualidad, broma o mensaje encubierto?
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