En un entorno histórico y ante la mirada del mundo, la Reina Letizia volvió a brillar con estilo impecable.
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En el marco de la IV Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo de Naciones Unidas, los Reyes de España presidieron una cena oficial celebrada en el majestuoso Real Alcázar de Sevilla. La Reina Letizia reapareció junto al Rey Felipe VI al anochecer, protagonizando una de las estampas más memorables del año con un estilo único. El evento congregó a altos dignatarios y representantes de más de 150 países, siendo una de las citas diplomáticas más relevantes del calendario real.
Un vestido inolvidable que vuelve a hacer historia
Para la ocasión, Letizia recuperó una pieza excepcional de su fondo de armario: un vestido de la firma Carolina Herrera que había estrenado en 2019, pero que sigue igual de impactante. Se trata de un diseño en tono verde azulado o teal (conocido también como azul pato), confeccionado en una silueta lady de corte midi, con escote en pico, tirantes anchos y falda con vuelo estructurado mediante sutiles tablas que aportaban volumen y movimiento.
Lo más llamativo del vestido son, sin duda, los exquisitos bordados dorados en forma de flores que recorren el cuerpo y se deslizan hacia la falda como un delicado rocío metálico. Estos apliques joya elevan la prenda a un nivel casi artístico, combinando clasicismo con una estética moderna y regia. Como detalle adicional, el diseño incluye un pequeño lazo del mismo tono a la altura del talle, marcando sutilmente la figura.
Accesorios dorados y un peinado con aire de cine clásico
Letizia acompañó el vestido con complementos perfectamente seleccionados. Llevó un bolso de mano tipo sobre en tono dorado, a juego con unos salones destalonados de tacón medio, también en dorado, que aportaban sofisticación sin renunciar a la comodidad.
En cuanto a su peinado, apostó por una melena suelta con ondas al agua, muy pulidas pero con un ligero volumen que evocaba el glamour del Hollywood clásico. La raya lateral y el movimiento de las ondas añadieron frescura y elegancia sin estridencias. Su maquillaje fue natural, con un toque bronceado que realzaba su piel y unos pendientes discretos, casi ocultos bajo el cabello.
Un look pensado para el calor y la diplomacia
La elección del vestido no fue solo estética, sino también práctica. Con temperaturas altas en Sevilla, Letizia optó por una prenda sin mangas y de tejido ligero, adaptada al clima sin perder un ápice de formalidad. El color teal, además, favorece su tono de piel y encaja perfectamente con la riqueza arquitectónica del Alcázar.
Este estilismo, que conjuga funcionalidad, memoria de armario y sello de alta costura, confirma que Letizia sigue siendo un referente internacional de moda consciente y elegancia sin esfuerzo.
Una agenda oficial intensa antes del descanso estival
Tras esta cena institucional, los Reyes continuarán su agenda en Sevilla durante la Conferencia Internacional, antes de regresar a Madrid. Letizia afrontará una semana llena de compromisos: desde audiencias oficiales en Zarzuela hasta su participación en una reunión de la Fundación FAD Juventud en la sede de Amazon.
El mes de julio marcará el cierre de la temporada oficial antes del tradicional descanso estival en Mallorca. Además, la Reina se prepara para una nueva etapa en su equipo, con la incorporación de Marta Carazo como su nueva jefa de secretaría, tras la salida de María Ocaña. Un cambio relevante en su entorno más cercano, que anticipa una temporada de renovación en la Casa Real.
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