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Luchando a la hora de la comida

Luchando a la hora de la comida

¿Qué hacer cuando nuestros hijos comen mal?

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Alimentarse es un hábito de suma importancia para nuestros hijos desde el comienzo de su vida. Mediante este proceso transformamos los alimentos que ingerimos en nutrientes, nuestro cuerpo los asimila y los utiliza para contribuir a nuestro desarrollo físico y cognitivo.

luchando-comida-4Además, el espacio de la comida enseña a los niños a permanecer sentados y concentrados en la tarea, a conversar con sus padres y puede, en definitiva ser un momento muy agradable y placentero para toda la familia. Sin embargo es muy frecuente escuchar a los padres hablar sobre sus preocupaciones respecto a cómo sus hijos comen.

Que no hay un niño igual a otro está claro y el tema de la comida no es una excepción. Dado que comer es un hábito en el que los niños se entrenan es normal encontrar algunos que permanecen sentados y tranquilos, que comen de todo y mastican despacio; y a otros que tienen largas rabietas cada vez que se sientan a la mesa, que escupen o vomitan la comida, que tienen problemas con algunos alimentos o texturas.

luchando-comida-6Como norma general debemos armarnos de paciencia: cualquier proceso de aprendiza es lento y a veces se tiene la sensación de avanzar para luego retroceder. Muchas veces la presión de nuestro propios nervios, hace que cedamos a las preferencias del niño, ofreciéndoles lo que a ellos les gusta o cualquier cosa con tal de que coman y nos dejen tranquilos. Esto lo único que hace es fomentar el comportamiento del pequeño y no le enseña a tener unos hábitos alimenticios adecuados; es importante controlar nuestro estado de ánimo, ser firmes y constantes con las normas que pongamos para la comida.

Puede resultarnos muy útil establecer un horario fijo de comidas, así como un tiempo máximo para comer (por ejemplo, unos 40 minutos par un niño de 4 años, pudiendo aumentarlo con la edad). Podemos informar al niño del tiempo del que dispone para comer y, si termina dentro de ese periodo podrá comerse su postre favorito o realizar después alguna actividad que le guste. Nos ayudará utilizar una alarma y explicarle para que la vamos a usar. Durante la comida es conveniente crear un ambiente tranquilo y distendido sin crear presiones respecto a que no está comiendo. Pero es importante que una vez terminado el periodo de tiempo establecido no picotee.

De cualquier forma, mientras nuestros hijos aprenden debemos facilitarles el trabajo, ofrecerles ayuda y oportunidades para volver a intentarlo.

luchando-comida-1Si el problema es que nuestro hijo rechaza probar alimentos nuevos podemos presentárselos en muy pequeña cantidad y seguidos de algún otro que le guste especialmente.

Si regurgita la comida (volver la comida que no se ha digerido, desde el estómago a la boca y sin vomitarla) debemos esperar y dejarlo tranquilo, para volver a intentarlo en otro momento. Siempre es mejor premiar que castigar, especialmente cuando se trata de aprender.

Estos son algunos consejos generales. Si observáis en vuestros hijos algún problema que se extienda mucho en el tiempo o que os cause mucha preocupación podéis acudir a un psicólogo especializado en infancia o a vuestro médico de cabecera.

Psicología CLAVE: Elena Sánchez-Porro e Irene Albert

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