El presidente francés y su esposa denuncian a Candace Owens por difundir teorías conspirativas sobre su vida.
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Dos gestos que incendian los rumores de crisis entre Emmanuel y Brigitte Macron
Emmanuel Macron y su esposa Brigitte han decidido recurrir a la justicia estadounidense para frenar una campaña de difamación protagonizada por Candace Owens, una influencer ultraconservadora estadounidense. La pareja presidencial ha presentado una denuncia en el estado de Delaware, acusando a Owens de propagar falsedades deliberadas acerca del pasado personal de Brigitte Macron, incluyendo la absurda teoría de que nació como hombre bajo el nombre de su propio hermano, Jean-Michel Trogneux.
El caso ha sido calificado como insólito, dado que no es habitual que un jefe de Estado en activo acuda a los tribunales fuera de su país por motivos personales.

Owens ha convertido esta teoría en una auténtica estrategia de contenido. A través de su pódcast y redes sociales, ha publicado ocho episodios dedicados exclusivamente al asunto, consiguiendo millones de visualizaciones. Ha llegado incluso a comercializar camisetas con la imagen de Brigitte y la frase “hombre del año”.
La influencer, conocida por su cercanía ideológica con Donald Trump y por sus posturas transfóbicas, ha ignorado todas las peticiones formales enviadas por los Macron para que se retractara, burlándose públicamente de la situación. Esta actitud ha sido decisiva para que el matrimonio decidiera pasar a la acción legal.
Reputación dañada y límites cruzados
La demanda, de más de 200 páginas, acusa a Owens de haber construido una narrativa ofensiva, con el único fin de ganar notoriedad, obtener beneficios económicos y reforzar su imagen pública. El texto afirma que la influencer ha manipulado hechos, atacado a familiares de Brigitte Macron y distorsionado su historia personal hasta convertirla en una caricatura.
El equipo legal de los Macron sostiene que este tipo de contenidos causan un daño significativo a la reputación de la pareja y sientan un peligroso precedente si quedan impunes. La denuncia exige una compensación económica y busca establecer un precedente contra la desinformación viral.
Una ofensiva judicial con carga simbólica
Más allá del contenido difamatorio, la decisión de denunciar también tiene un componente político y simbólico. Macron pretende lanzar un mensaje claro: no todo vale en el debate público, y la dignidad de una persona no puede convertirse en moneda de cambio en las redes sociales.
Desde el entorno de Owens, se ha interpretado la demanda como un ataque a la libertad de expresión, aunque los abogados de la pareja francesa insisten en que se trata de frenar una difamación sistemática y malintencionada. Para que el caso prospere, deberán demostrar que Owens actuó con «malicia real», es decir, que sabía que lo que difundía era falso.
Una tormenta en medio del duelo
El proceso judicial se produce en un momento especialmente doloroso para Brigitte Macron, que ha perdido recientemente a dos familiares cercanos: su hermana y una sobrina. A pesar del duelo, la primera dama ha mantenido su agenda pública, aunque el desgaste emocional que sufre es evidente.
La pareja ha dejado claro que, si es necesario, están dispuestos a desplazarse a Estados Unidos para testificar en persona. Con ello, no solo buscan reparación, sino también marcar un antes y un después en la lucha contra las calumnias digitales.
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