Cada verano se repiten ataques a su físico, pero Laura Escanes defiende su cuerpo sano y libre.
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Con la llegada del calor, las redes sociales se inundan de fotos en bikini, cuerpos al sol y mensajes de autocuidado. Sin embargo, también vuelve un fenómeno tóxico que parece no desaparecer: los ataques al físico. Laura Escanes, influencer, presentadora y creadora de contenido con más de dos millones de seguidores, ha vuelto a vivir lo que para muchos se ha convertido en un patrón dolorosamente familiar. Este verano, una vez más, su cuerpo ha sido objeto de críticas por parte de usuarios anónimos.
A pesar de ser una mujer que defiende un estilo de vida activo, que practica deporte y que transmite bienestar físico y emocional, Escanes ha sido señalada por tener “piernas grandes” o “demasiada grasa”. Un comentario la dejó especialmente indignada: “Pues para hacer tanto deporte como presumes, vaya piernotas. Demasiada grasa”.
Una respuesta contundente: basta de opinar sobre cuerpos ajenos
Lejos de ignorar el ataque, Escanes decidió alzar la voz y publicar un mensaje necesario que ha sido compartido y aplaudido por miles de usuarios: “No se opina sobre el cuerpo de nadie. Punto”.
La influencer mostró su hartazgo por esta clase de comentarios, que año tras año aparecen con la llegada del verano. A través de stories en su perfil de Instagram, explicó cómo estos juicios disfrazados de “opiniones” son profundamente dañinos, tanto para quien los recibe como para toda una sociedad que crece bajo estándares irreales. “Alucinante que cada verano ocurra lo mismo”, escribió en uno de sus mensajes más virales.
Cuerpo sano: redefiniendo un concepto manipulado
Uno de los puntos clave del discurso de Escanes fue desmontar el mito de lo que muchos consideran “saludable”. La influencer insistió en que el aspecto físico no es una medida válida para evaluar la salud de una persona.
“No sé en qué momento se ha normalizado decirle a alguien que tiene ‘demasiada grasa’ o que está ‘a dos pasitos del Ozempic’, como si esos comentarios fueran inocentes. No lo son. Son dañinos. Cada vez que alguien suelta este tipo de comentarios, lo único que hace es alimentar una cultura que genera TCA, inseguridades y que nos hace odiar nuestros propios cuerpos.”
La cultura de la delgadez extrema ha normalizado juicios sobre el cuerpo ajeno y ha distorsionado la idea de un cuerpo sano, convirtiéndola en un molde inalcanzable que genera frustración y malestar, incluso entre personas que llevan una vida activa y equilibrada.
“Me siento orgullosa por una pierna cada vez más fuerte y musculada”
Frente a quienes critican, Escanes respondió con orgullo. Lejos de sentirse avergonzada por su cuerpo, lo celebró como símbolo de fortaleza. “Donde tú estás viendo ‘una pierna llena de grasa’ yo veo y me siento orgullosa por una pierna cada vez más fuerte y musculada”, afirmó. Y añadió un mensaje para quienes se esconden tras perfiles falsos para lanzar comentarios tóxicos: “Ojalá vaya cambiando el concepto de ‘sano’ que muchos siguen teniendo en la cabeza”.
La presentadora de TV3 reflexionó sobre cómo, incluso en su posición privilegiada y con una comunidad enorme que la apoya, sigue siendo blanco de gordofobia. ¿Qué pasará entonces con personas jóvenes o vulnerables que aún están construyendo su autoestima?
Educación emocional en redes: la responsabilidad del lenguaje
En su declaración, Laura también dejó una reflexión final cargada de sentido común y empatía.
“Así que, de verdad, antes de escribir, piensa: ¿esto aporta algo bonito? ¿Esto ayuda? ¿Esto hará que alguien se sintiera mejor? Si es que no, guarda el comentario… y revísate tú, y deja de opinar sobre el cuerpo de los demás”.
La cultura del comentario rápido y la inmediatez en redes sociales no debe ser excusa para ejercer violencia estética. Frente a cada mensaje destructivo, se necesitan diez que defiendan la diversidad corporal, el respeto y la salud entendida como bienestar integral.
Una voz que inspira a otras mujeres a romper el molde
Laura Escanes no solo compartió una experiencia personal, sino que también abrió un debate urgente: ¿cuándo dejaremos de medir la valía de una mujer por su talla? Su valentía no reside solo en mostrarse tal como es, sino en denunciar una situación que muchas viven en silencio.
Su mensaje, con frases que ya se han vuelto lema, sigue expandiéndose como una llamada a la reflexión colectiva. Porque sí, el cuerpo más sano es aquel que se siente libre, respetado y orgulloso de su fuerza, como bien lo dijo ella: “Ya siento muchísimo que os joda que una tía tenga más de una 36 de pantalón y que le flipen unas piernas fuertes y sentirse fuerte”.
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