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La gluteoplastia está de moda

La gluteoplastia está de moda

Entre un 20 y un 30% se han incrementado los retoques de glúteos – la gluteoplastia – en los dos últimos años, según la SECPRE (Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética). ¿Prótesis o grasa? El Dr. Antonio Tapia, cirujano plástico, explica sus ventajas e inconvenientes.

Dr.A.Tapia
Dr.A.Tapia

Aunque la moda llega de Latinoamérica, donde la retaguardia de Kim Kardashian, Beyoncé o Jennifer López son el referente, en España el aumento de glúteos – la glueoplastia –  se pide cada vez más.

Mayoritariamente en mujeres, excepto algunos hombres que buscan una mayor masa muscular en la zona, proporcional a la del resto del cuerpo. “Aquí no se solicita tanto volumen como en Centroamérica y Sudamérica, pero también hay demanda. En general se buscan glúteos respingones y más grandes, algo que se soluciona mediante dos técnicas: el lipofilling o los implantes”, explica el cirujano plástico.

Lipofilling o relleno de grasa propia: “Es la técnica más natural, la que mejor queda y menos invasiva resulta. Está recomendada en mujeres que tienen grasa para extraer en otras zonas, como la cintura, de manera que tras una liposucción o extracción de grasa allí donde sobra, se inyecta en el tejido subcutáneo del glúteo. Así se satisface la demanda de glúteos grandes-cintura estrecha. Hay que aplicar 2/3 más de la cantidad que necesitan, porque la realidad es que en los tejidos sanos buena parte se reabsorbe en muchas ocasiones. En este caso, a los seis meses aproximadamente habría que volver a infiltrar grasa”. Precio: Alrededor de 6.000 €.

Implantes: Son de gel cohesivo de silicona, similares a las de mama, y la forma ideal de colocación es debajo del músculo, para evitar desplazamientos y ganar naturalidad. “Están indicados en mujeres delgadas que no tienen grasa para extraer e infiltrar después. El problema es que si son excesivamente delgadas, al ser las nalgas una zona de apoyo, no disponen de suficiente protección en la zona, en cuyo caso completaremos con un poco de grasa. En cuanto a la cicatriz, se realiza en la parte de la rabadilla o canalillo glúteo, y es imperceptible. La duración de las prótesis en esta zona es similar a la del pecho: conviene revisarlas a los diez años en caso de que no haya problemas previos y que el cirujano juzgue su estado. El postoperatorio es algo incómodo, pues además de los vendajes pertinentes la paciente no debe sentarse o apoyarse entre 7 y 15 días”. Precio: Alrededor de 7000 €.

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