El naturalista español se enfrenta a graves acusaciones tras la filtración de unos audios que podrían arruinar su carrera y llevarlo ante la justicia tailandesa.
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Yuyee, exmujer de Frank Cuesta, sale de prisión seis años después
La reputación de Frank Cuesta como activista por los derechos de los animales ha quedado severamente dañada tras la reciente publicación de unas grabaciones en los que se le escucha realizar declaraciones muy comprometedoras. El herpetólogo, afincado en Tailandia y conocido por su programa Frank de la Jungla, podría enfrentarse a sanciones legales, incluyendo prisión y multas, además de un considerable deterioro en su imagen pública.
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Frank Cuesta: Grabaciones controvertidas que comprometen su credibilidad
Las grabaciones, supuestamente difundidas por su excolaborador y examigo Luciano, alias Chi, han circulado ampliamente por redes sociales en los últimos días. En una de ellas, Cuesta se refiere a la compra de animales exóticos con fines que distan del altruismo que siempre ha predicado: “Acabo de pillar tres suricatas pequeñas y me las han dejado bastante baratas. Me han dado las tres por 30.000. Es una inversión porque hay que tener suricatas, que a la gente le gustan las putas suricatas”.
Estas palabras han generado una fuerte reacción entre sus seguidores, muchos de los cuales ven en esta frase una contradicción con los valores de protección animal que Cuesta ha promovido durante años desde su Santuario Libertad, en Tailandia.

Sin embargo, lo más alarmante no es el enfoque comercial que revela sobre la adquisición de fauna, sino sus expresiones respecto al envenenamiento de animales domésticos que, según él, habrían causado daños a sus especies protegidas. En otro de los audios afirma sin rodeos: “Voy a hacer un mix de comida de gato con polvo de veneno, para que se lo coma el hijo de puta y reviente por dentro. Lo siento mucho, pero en lo que hay. Si tienes un gato, lo guardas en casa”.
Y añade más adelante: “Me los voy a cargar a todos, voy a seguir poniendo veneno hasta que mueran todos los perros de alrededor. Lo siento mucho por los perros, pero están matando a mis animales y yo tengo que cuidar de ello, así que al depredador malo, lo mato y se acabó”.
Posibles consecuencias legales en Tailandia
Estas afirmaciones podrían tener implicaciones penales. Desde 2014, Tailandia cuenta con una ley que sanciona el maltrato animal con hasta dos años de cárcel y multas que alcanzan los 40.000 baht (unos 1.000 euros). Las autoridades aún no se han pronunciado oficialmente sobre este caso, pero la presión mediática aumenta.
La situación se agrava con el conflicto personal que Cuesta mantiene con Chi, a quien acusa de amenazas y de divulgar información personal de su familia. Según el propio Cuesta, su hija de 14 años ha sido aludida en transmisiones en directo, generándole temor. “Hoy mi hija me dijo que tenía miedo de lo que estaba pasando”, relató con emoción en sus redes sociales.

Lo que parecía ser un enfrentamiento privado se ha convertido en una crisis pública que amenaza con destruir todo por lo que Frank Cuesta ha trabajado.
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