El herpetólogo español fue ingresado de urgencia tras recibir veneno en los ojos. Su pareja Paloma Ramón ha tranquilizado a sus seguidores con un mensaje sobre su estado actual.
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Frank Cuesta toma una drástica decisión que cambiará su vida y la de su familia
El rostro más salvaje de la televisión y defensor incansable de los animales, Frank Cuesta, ha vivido uno de los momentos más críticos de su vida tras sufrir la mordedura de una cobra escupidora. El accidente ocurrió en su Santuario Libertad, en Tailandia, donde reside desde hace años y protege diversas especies. Su estado generó gran preocupación entre sus seguidores, pero hoy hay noticias alentadoras: ya se encuentra fuera de peligro y en proceso de recuperación.
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Frank Cuesta mordido por una cobra escupidora: Un susto que pudo terminar en tragedia
El creador de contenido Javi Oliveira fue uno de los primeros en dar la voz de alarma: “Frank Cuesta se encuentra en el hospital en estos momentos tras la mordedura de una cobra escupidora”, compartía en redes sociales junto a una imagen de Frank con el rostro visiblemente hinchado.
El ataque ocurrió cuando Cuesta intentaba alejar al reptil de su santuario para evitar que afectara a los animales bajo su cuidado. “No sabía que era una cobra escupidora y le ha escupido en los ojos; tiene los dos ojos afectados”, explicó Paloma Ramón, su pareja, en un emotivo vídeo. La situación era crítica: el veneno de este tipo de cobra puede provocar desde mareos y ceguera temporal hasta colapsos respiratorios o infartos.
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Reacción médica inmediata
Tras experimentar un fuerte dolor y una rápida inflamación, Frank fue trasladado con urgencia al hospital. El pronóstico inicial no era optimista, especialmente debido a una condición médica previa que le impide recibir antiveneno. “Esta cobra escupidora, como su propio nombre indica, te escupe el veneno en los ojos y no solo es que puedas perder el ojo, sino que a través del lacrimal va bajando por los conductos respiratorios, ojos, nariz, boca, tráquea, pulmón… Y lo que forma es un colapso. Infarto. A una persona normal la mata”, advertía Paloma.
A pesar del panorama, la recuperación de Cuesta fue más rápida de lo previsto. “Lo que es alucinante es que los doctores están sorprendidos con la resistencia que tiene Frank al veneno”, contaba Paloma con admiración. Tras pasar las primeras 24 horas, se consideró que ya no había riesgo para su sistema central.

Incluso en plena emergencia, Frank no perdió su conexión con la naturaleza. Según relató su pareja, pidió detener el vehículo de camino al hospital para devolver la cobra al río. Un acto que refleja su inquebrantable respeto por los animales.
Frank Cuesta atraviesa un momento especialmente delicado
No obstante, el accidente llega en un momento especialmente delicado para el herpetólogo. A sus 53 años, enfrenta problemas personales, legales y de salud. Hace poco confesó en un vídeo titulado “Gracias y hasta siempre”: “Probablemente termine deportado o tirado en la cárcel como un perro, por eso voy a dejar de estar de cara al público”.
Por ahora, su recuperación continúa en casa, y se espera que en unos días recupere completamente la visión. Mientras tanto, su pareja se encarga del santuario y de mantener informada a su comunidad. Aunque los desafíos no han terminado, Frank ha demostrado una vez más su fortaleza.
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