La inolvidable protagonista de Annie Hall y El Padrino fallece en California. Su estilo, su humor y su talento marcaron cinco décadas de cine.
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Diane Keaton recibe el homenaje de sus amigos en una noche inolvidable
Jude Law y Diane Keaton juntos en El Vaticano
El mundo del cine se tiñe de luto tras confirmarse el fallecimiento de Diane Keaton, una de las actrices más emblemáticas y queridas de Hollywood. La intérprete, ganadora del Óscar por Annie Hall (1977), ha muerto a los 79 años en California, según confirmó la revista People. La familia ha pedido respeto y privacidad en estos momentos y no se han revelado más detalles sobre la causa del fallecimiento.

Su muerte ha conmocionado a la industria y a millones de admiradores en todo el mundo. Aunque llevaba meses alejada de los focos, no se conocían problemas de salud. Su ausencia pública había despertado cierta preocupación entre sus seguidores, que ahora lloran a una artista irrepetible.
Una carrera marcada por el talento y la autenticidad
Desde su debut en Broadway hasta convertirse en una de las grandes damas del cine norteamericano, Diane Keaton fue sinónimo de versatilidad, inteligencia y carisma. Su primer gran papel fue al lado de Al Pacino en El Padrino (1972), donde interpretó a Kay Adams, papel que retomó en las secuelas. Recibió nominaciones al Oscar por Reds (1981), Marvin’s Room (1996) y Something’s Gotta Give (2003). Entre sus dramas más reconocidos destacan Looking for Mr. Goodbar, Shoot the Moon y The Good Mother, en los que se atrevió a interpretar personajes complejos y poco complacientes.
Su colaboración con Woody Allen se extendió durante años: comenzaron en Broadway con Play It Again, Sam (1971) y trabajaron juntos en ocho películas, incluyendo Sleeper (1973), Love and Death (1975) y Manhattan (1979). Su relación con Allen fue tanto profesional como sentimental, pero incluso tras separarse continuaron colaborando en la pantalla.
Keaton también tuvo relaciones con figuras como Warren Beatty, con quien compartió proyecto en Reds, y con Al Pacino, su compañero en El Padrino.
Más allá del cine: madre, creadora y símbolo cultural
Fuera de los platós, Diane Keaton fue una mujer profundamente independiente. Nunca se casó, pero en los años 90 adoptó a sus dos hijos, Dexter y Duke, a quienes consideraba el gran logro de su vida. También cuidó durante años a su madre, enferma de Alzheimer, y a su hermano Randy, quien falleció en 2021.
Amante de la fotografía, la arquitectura y el diseño, publicó varios libros y colecciones fotográficas, además de sus memorias, Then Again y Brother and Sister. Fue también una ferviente defensora de la conservación de casas históricas y una presencia habitual en redes sociales, donde compartía su sentido del humor y su inseparable compañía: su perro Reggie.

Un legado eterno
Con su estilo andrógino, sombreros de ala ancha y corbatas masculinas, Diane Keaton redefinió la elegancia y el concepto de feminidad en Hollywood. Su influencia traspasó generaciones y marcó una forma de ser en pantalla: imperfecta, divertida, honesta y profundamente humana.
En 2017, el American Film Institute le otorgó un premio honorífico a toda su carrera, reconocimiento a una filmografía que abarca títulos esenciales como Baby Boom, El club de las primeras esposas, Padre de la novia, Book Club o la reciente Summer Camp (2024), su última aparición en la gran pantalla.
Diane Keaton se despide dejando tras de sí una filmografía impecable y una huella imborrable en la historia del cine. En sus propias palabras:
“La vida nunca es aburrida. Nunca. Es todo lo que tenemos, y sigue siendo fascinante hasta el final.”
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