Tras 19 meses sin verse, padre e hijo compartieron un encuentro privado en Clarence House cargado de simbolismo.
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Carlos III, ingresado tras sufrir efectos secundarios en su tratamiento contra el cáncer
El rey Carlos III y el príncipe Harry volvieron a verse este miércoles en Londres tras casi dos años sin encuentros presenciales. La cita, celebrada en Clarence House, residencia oficial del monarca, se prolongó apenas 55 minutos, pero bastó para reavivar el interés sobre el estado real de su relación.
Se trata del primer cara a cara desde febrero de 2024, cuando Harry viajó de urgencia al Reino Unido tras conocerse el diagnóstico de cáncer de su padre. En aquella ocasión, la visita fue fugaz, de poco más de media hora en Sandringham. Ahora, con algo más de tiempo, la reunión ha generado tantas expectativas como incógnitas.
Ni el príncipe Guillermo ni otros miembros de la familia estuvieron presentes. El encuentro fue estrictamente privado y, fiel al hermetismo de Buckingham, no han trascendido detalles del contenido de la conversación.
Prince Harry being driven to Clarence House to meet with King Charles.
An even sadder day for Willy who has been trying to throw a wrench in the Duke of Sussex’ London humanitarian visit from day one.
And I don’t think Willy knew about this meeting, pic.twitter.com/aMBVbe0Uiv
— Carmella (@Sussex5525) September 10, 2025
Harry, entre actos solidarios y gestos personales
El duque de Sussex llegó a Clarence House a media tarde, tras una jornada cargada de compromisos. Horas antes había visitado el Imperial College de Londres para conocer investigaciones sobre prótesis pediátricas, donde fue recibido por veteranos del Ejército británico.
En paralelo, su fundación Archewell anunció una donación de 500.000 dólares para apoyar a niños heridos en Gaza y Ucrania, mientras que en Nottingham había anunciado previamente 1,1 millones de libras destinados a Children in Need.
La visita al Reino Unido coincidió también con el aniversario de la muerte de Isabel II. Harry acudió en privado a la capilla de San Jorge, en Windsor, para rendir homenaje a su abuela, un gesto íntimo que se sumó a su presencia en los premios WellChild, donde fue fotografiado en una imagen cercana, jugando con una niña de nueve años.
Una relación aún marcada por la distancia
Pese al reencuentro, las distancias en el seno de la familia Windsor persisten. El mismo lunes en que Harry estuvo en Windsor, su hermano Guillermo participaba en un acto del Women’s Institute a pocos kilómetros de distancia, sin que se produjera ningún contacto entre ambos.
Harry ya había expresado meses atrás su deseo de reconciliación: «Me encantaría una reconciliación con mi familia. No tiene sentido seguir luchando, la vida es preciosa», declaró a la BBC en mayo, aunque reconocía que algunos miembros de la familia «nunca me perdonarán».
El té compartido en Clarence House no resuelve, de momento, las tensiones abiertas desde 2020, cuando Harry y Meghan renunciaron a sus funciones como miembros activos de la Casa Real británica. Pero sí confirma un dato importante: al menos existe una vía de comunicación directa entre padre e hijo.
Un viaje breve, pero significativo
El príncipe Harry abandonará el Reino Unido este jueves para regresar a California, donde le esperan Meghan Markle y sus hijos en Montecito. Su visita, breve pero intensa, deja tras de sí la gran incógnita: ¿fue este encuentro de 55 minutos un gesto meramente protocolario o el primer paso hacia una reconciliación real en la familia Windsor?
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