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El 16 de julio fue un día inolvidable para la princesa Leonor, quien culminó su etapa en la Escuela Naval Militar de Marín. Coincidiendo con la festividad de la Virgen del Carmen, patrona de la Armada, la heredera al trono participó en una ceremonia muy simbólica tras meses de formación, que incluyeron instrucción académica, navegación en el buque escuela Juan Sebastián Elcano y tiempo de servicio a bordo del Blas de Lezo.
La jornada estuvo marcada por la solemnidad y el orgullo familiar. Leonor recibió la Gran Cruz del Mérito Naval con distintivo blanco, un reconocimiento entregado por su propio padre, el rey Felipe VI, en un acto donde no faltaron las emociones ni los gestos espontáneos. El abrazo entre padre e hija rompió el protocolo y dejó una estampa entrañable, bajo la atenta mirada de la reina Letizia y la infanta Sofía.
Leonor: de alumna a futura líder militar
Aunque durante su formación la princesa fue tratada como una más entre los guardiamarinas, en esta ceremonia fue la primera en recibir su distinción. Un guiño simbólico a su papel futuro como jefa suprema de las Fuerzas Armadas. La princesa, sonriente y emocionada, regresó a la tribuna junto a su madre y hermana, donde compartieron abrazos y miradas de complicidad.
Este acto cierra un capítulo fundamental en la preparación institucional de Leonor, que seguirá avanzando en su formación como heredera al trono con un enfoque militar, académico y constitucional.
Letizia deslumbra con diseño nacional en una fecha especial
La reina Letizia también acaparó titulares por su elección de vestuario. Fiel a su apoyo a la moda española, optó por un vestido azul marino de la firma andaluza Vogana, un diseño con escote en V, detalles de flecos en blanco y corte midi. Se trata del modelo «Grecca», perteneciente a la colección primavera-verano 2024, que actualmente está disponible a precio rebajado.
Completó el conjunto con sandalias blancas de Hugo Boss y un bolso blanco de la firma italiana Furla, ambos ya conocidos en su armario. En cuanto a joyas, Letizia apostó por la discreción: unos aros dorados y su característico anillo de Coreterno fueron suficientes para redondear un look sobrio, moderno y elegante.
Su maquillaje, en tonos cálidos y naturales, y el cabello suelto con forma sutil en las puntas, reforzaron su estilo refinado, muy acorde con la ocasión.
Sofía apuesta por la sencillez con un guiño a la moda emergente
La infanta Sofía, por su parte, acompañó a su hermana en este día señalado con un estilismo discreto pero sofisticado. Eligió un conjunto en blanco y negro compuesto por pantalón palazzo y una blusa nueva de la firma Rivera, una marca española en crecimiento. El diseño, con cuello barco y manga francesa, destacaba por su fruncido lateral y ya se encuentra casi agotado en tiendas online.
Sofía lo combinó con bailarinas negras, en una clara apuesta por la comodidad sin perder elegancia. Su cercanía y complicidad con Leonor fueron constantes a lo largo del evento, dejando ver una relación familiar muy cercana.
Una imagen de unidad y proyección institucional
El acto en Marín no solo sirvió como broche a una etapa clave para Leonor, sino también como una muestra de cohesión y compromiso institucional por parte de la familia real. La escena protagonizada por los cuatro, con gestos de afecto y cercanía, fue ampliamente comentada en redes y medios, reforzando la imagen de una monarquía moderna, comprometida y unida.
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